DYLAN

Dylan era una joven que vivía en Florencia con su mamá Liliana y su hermana Carla. Dylan estudiaba en un colegio llamado Groot y cursaba grado 11°, su comportamiento y rendimiento académico eran excelente, en resumidas cuentas, era la mejor.

Su mamá trabajaba en el centro comercial y su hermana Carla estudiaba en el politécnico internacional. Todo era excelente hasta que una trágica y triste historia habría de caer sobre esa familia.

Una mañana Dylan no se sintió nada bien y le dijo a su mamá:

- Mamá no me siento nada bien.

 La mamá le pregunta: - ¿Qué tienes, estás enferma?

Dylan le comenta que es la primera vez que se siente tan pero tan mal.

Su hermana Carla se levanta diciendo: - hermanita eso no es tan grave es por estudiar mucho, pero soy consciente de que es bueno.

Dylan le dice con cara de maldad. - Será que me voy a morir.

Su mamá y Carla dicen a una sola voz.

- ¡Cállate! no digas bobadas, ¿Acaso se quiere morir?

 Dylan responde riendo - Jajaja es una broma, me voy alistar mejor para ir a estudiar.

Carla le dice a su mamá que no se preocupe, todo estará bien, que ella es fuerte, además tienes que trabajar y yo me iré para el politécnico.

15 minutos después Dylan gritaba diciendo. - ¡Carla baja ya! estoy lista voy a llegar tarde si no se mueve.

Carla dice enojada: - ¡ya bajó! no molestes, la verdad no grites que no soy sorda.

Así pasaba todos los días hasta que Dylan empezó a tener derrames de sangre y no sentía sueño en las noches. Su mamá se empezó a preocupar, así que decidió levantar a Dylan y llevarla al hospital, eran las 8 a.m. cuando se fueron. Al llegar, Dylan se desmayó, un doctor la recibió y la practicaron varios exámenes.

Después el doctor salió y llamó al acompañante de Dylan; es decir su mamá.

Liliana preguntaba con cara de angustia doctor. - ¿Cómo está mi hija? el doctor le contesto:- Mi nombre es Carlos González y su hija no está nada bien ella presenta una enfermedad muy grave.

Liliana le dice: - podemos hablar en privado no quiero que se entere, no lo soportaría. El doctor le responde: - Sí claro, no se preocupe sería lo mejor, además tiene que tener calma.

El doctor dice que su hija tiene cáncer cerebral, por eso los síntomas y el desmayo. Carla dice:- Dylan se va a morir! El doctor responde: - lo lamento mucho, además tiene ese cáncer hace 2 meses.

Liliana pregunta: -¿cuánto le queda de vida?, el doctor le dice: -aproximadamente sería tres meses porque ella está muy grave y pues le recomiendo estar en familia, pendiente de ella para que no se sienta sola.

Liliana y Carla la sacaron del hospital y la cuidaron por dos semanas hasta que ya no aguanto más en la cama.

Dylan se sentía inútil haciendo nada, se levantó para alistarse e ir a estudiar como de costumbre, pero su hermana Carla la intenta detener.  Dylan alega que ya se va terminar el año y que necesita terminar bien el 11°. -Me quiero graduar.

Liliana le cuenta todo lo que está sucediendo con su salud, ella lloró y sufrió mucho, pero insistió diciendo: - la vida sigue y hay que aprovechar hasta el último instante, quiero seguir estudiando. De esta manera les enseñó a su mamá y a su hermana encontrar una razón para vivir. Aunque esperaban lo peor en cualquier momento trataban de llevar todo como antes, cada una en sus actividades, pero muy pendientes de Dylan.

Pasaron dos meses y el mismo doctor le dijo que había una niña de 13 años llamada Karen que necesitaba unos órganos, Dylan dijo que sí los de ella le servían podía donarlos, igual se iba a morir y se sentía muy bien sabiendo que queda parte de ella en el alguien que tiene mayores posibilidades de vivir. A su mamá le dolió mucho todo lo que estaba pasando, era lo mejor, esa era su voluntad y así pasó, aunque en el fondo se sentían felices porque sabían que Dylan todavía seguía en un cuerpo de una niña muy linda nunca la dejaron de amar.

Por: Karen Johana Macías Arcos.

Institución Educativa Marco Fidel Suárez

Grado: séptimo

Año:2019