Cuentos
EL GALLO Y EL PRETENDIENTE
Hallábase un gallo en la casa de una Instructora de pollo,
pronto se convirtió en la mascota.
Le acicalaban sus plumas y quieto quedaba,
de la mano de su protegida, la comida le daban.
En el cuarto de la instructora su morada tenía,
De madrugada a las cobijas subía.
Detrás de su ama siempre corría,
Sus vecinos y compañeros siempre lo sabían.
Cuando eran las seis, el gallo le cantaba,
si iba a la ducha, quieto la observaba.
Si salía al patio con picotazos le coqueteaba,
Si hablaba con SOFIA pronto se ofuscaba.
Si un pretendiente a la Instructora se acercaba,
De manera extraña el gallo la celaba
Su cresta mas grande se colocaba,
y a los pies del galán se abalanzaba.
Contó con suerte un pretendiente,
De espalda ancha y por cierto muy sonriente.
Antes de saludar y entregar los presentes,
Al gallo alzaba con besos en la frente.
Del gallo entrometido, sintió celos la Instructora,
Pues su prometido solo tocar su cresta quería.
De manera que una mañana soleada,
En la olla su gallo terminaría.
ENSEÑANZA: A nadie le dé a conocer sus secretos, antes que se comprometa.
Por: William Wilches
Director Museo Caquetá