TOMÁS Y MARIANA

Había una vez una niña llamada Mariana que por ser huérfana sentía que no era importante para nadie, permanecía sola y no tenía amigos. Ella vivía con sus abuelos en una casa grande, con un jardín hermoso, donde escuchaba desde el amanecer hasta la noche el canto de muchas aves que visitaban una vieja tabla, donde el abuelo, les dejaba alimento. Mariana a pesar de creer tenerlo todo se sentía sola por no tener una familia como los demás niños del colegio.

Un día mientras tomaba su descanso, después de la clase de matemáticas, se acercó Tomás, un chico nuevo del colegio. Tomás al verla sola le ofreció un poco de sus golosinas como gesto de amistad, convirtiéndose en la peor ofensa para Mariana, ella reaccionó con tanta violencia contra Tomás que le causó fractura en el brazo izquierdo, dejándolo tirado en el piso pidiendo auxilio. Los demás compañeros al escuchar los gritos de Tomás corrieron de inmediato a levantarlo y a llamar al coordinador de disciplina para que atendiera el caso.

Tomás fue llevado de inmediato al hospital del pueblo y posteriormente remitido a la capital porque debía ser sometido a una cirugía de gran rigor por especialistas. Mientras tanto en el colegio se tomaban medidas correctivas para mejorar el comportamiento de Mariana.

Después de pasar varias semanas Tomás regreso al colegio como de costumbre, tomó su pupitre y recibió clase. En descanso se divirtió con sus compañeros y les compartió unas calcomanías de superhéroes que había conseguido en el mercado. Mariana veía todo lo que hacía Tomás, además no había hecho ningún gesto de rencor contra ella por lo que le había causado. Cuando tocaron el timbre de salida Mariana se acercó a Tomás y dirigiéndole algunas palabras le pidió que hablaran un momento; la charla fue tan larga que hasta se enteró de que Tomás vive con los abuelos, es huérfano y además es su nuevo vecino de la cuadra.

Mariana se dio cuenta de que compartían muchas cosas en común y a pesar de todo lo que le ha sucedido a Tomás no perdía la alegría de vivir y disfrutar de las personas de su alrededor, era un niño feliz. Tomás le contó que su gran sueño era crear una fundación para niños desamparados y así poder ayudar a todos, para que tengan fuerzas y motivos para ver cumplidos sus sueños. Fin.

Por: Karen Johana Macías Arcos
I.E Marco Fidel Suárez
Año 2019